En el año 1964 la iglesia de Riberas fue objeto de un acto sacrílego que causó gran impacto entre el vecindario y tuvo un considerable reflejo en la prensa. Así lo recogía la Voz de Asturias en su edicción del martes 12 de mayo:
Y en el Diario Región:
El entonces Párroco de Riberas D. Germán Álvarez Martínez se sintió molesto por la información dada por este diario al insinuarse en la misma que uno de los autores del delito fuese natural de Riberas y escribió una carta al Director en la que salía en defensa de esta vecindad:
La profanación dio lugar a la celebración de un “Acto de Desagravio” en el que se congregaron todas las secciones de la Adoración Nocturna Española de la Diócesis:
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